viernes, 24 de diciembre de 2010

Ponerle cariño

Escribo sólo para desmentir lo que acabo de descubrir como verdad absoluta. El amor no embellece todas las cosas, algunas sí, pero es por azar. Igual que pasa con las recetas hechas con amor que no obligan a la exquisitez, con esto pasa igual.

Pues bien, me encuentro envolviendo unos regalos, de forma difícil alguno, por cierto. Y es verdad que le estoy poniendo mucho cariño a esta acción, y también que dispongo del material adecuado. Sólo os digo que tengo una cinta verde larguísima, con dibujos de abetos dorados. Inmejorable, lo sé. Sin embargo, a cada paso en que avanza mi creatividad, soy yo la que se arrepiente del anterior, y no se cómo detener este proceso irreversible, en el que mi creatividad se volvió loca, volviéndo al resultado no sé si loco, pero peor desde luego sí, y cada vez, más irrecuperable. Quizás fue demasiado el cariño que le puse y la alegría me desbordó, igual que se desbordaron los metros de cinta que cuelgan a todo el contorno de uno de ellos, el que resulta más preocupante. Si pudiérais verlo comprenderíais esta gran verdad, aunque yo ahora prefiero no hacerlo...La verdad de que con ponerle cariño no hay suficiente para embellecer, pero también aprendí otra: ser original está bien, pero serlo demasiado a veces puede resultar molesto.

2 comentarios:

  1. Qualsevol regal no s'hauria de veure prejutjat per l'envoltori, però a vegades l'elecció de la cinta juga males passades, i això encara que el llaç faci goig.
    Em quedo amb el missatge: de l'originalitat a l'estrafolarietat hi ha un pas, el de l'excés de creativitat.

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  2. OH! *!! Quant de temps...! és cert, hi ha molt de prejudici en aquest temn...Gràcies, és un comentari molt espontani que no esperava.

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