lunes, 14 de marzo de 2011

mi ciudad perfecta

Os voy a robar a algunos de vosotros para poneros en mi ciudad perfecta. Cada uno habréis sido puestos allí para una función, aunque después os haga libres para que podáis sorprenderme en cualquier faceta. Así pues, algunos cantaréis, otros escribiréis, otros me haréis reir o pensar con vuestro ingenio, y otros solo haréis vuestras vidas a las que yo podré observar y ya será suficiente.

Mi ciudad tendrá mar y montaña, calles, bares, teatros, y espacios verdes sin ruidos urbanos ni motores. Y estarán todos, todos los que fueron diferentes, los que me regalaron un recuerdo, todos los que encontré o me encontraron en el camino y que siguieron el suyo que a menudo está demasiado lejos del mío, en otras ciudades, en otros países, o en otros horarios, ajenos a mi espacio y a mi tiempo, a mi ritmo o a mis necesidades, y a los que no puedo tocar o mirar siempre que me apetece.

Pero como esto es un sueño y la ciudad perfecta no existe, me conformo con tenerlos en mi mente hasta que salgan de ahí, o les dejo permanecer si lo hacen, forjando mi memoria y mi propia existencia.

Por todo lo que me dieron, ya son algo de mi misma, y el recuerdo a menudo es demasiado sabio, y tan absurdo como inútil es intentar manipularlo. Tratar de forzar el olvido o instalarse en el recuerdo es de locos o al menos  yo no le veo el sentido.

Vivir en el pasado, es como dejar de vivir y me pregunto si a alguien le interesa en esta vida rara que cambia cada día un poco, a veces demasiado, pero siempre de forma inevitable. Y nunca sabes cuando la salud  va  a traicionarte, un accidente te va a cambiar el contexto o algun suceso de lo más ordinario te romperá los esquemas y las emociones. Saber adaptarse con alegría a los cambios que no buscamos quizás es ganar la batalla de la vida. Me emociono con los que lo logran y les agradezco esas lecciones.

Y aunque no sepan cantar ni me hagan reir sus chistes, ellos son los primeros que llegan a mi ciudad perfecta, y los últimos en marcharse. 


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Imagen: Francis Picabia

4 comentarios:

  1. Viva el mundo de las ideas, donde todo es perfecto. Donde nada nace, nada vive si no existe un pensamiento. Viva la filosofia!

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  2. Y viva tú también! Bienvenida a esta ciudad de mi otro yo!

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  3. Me ha gustado mucho. Gracias por ayudarnos a pensar. Pero, una cosa...estoy de acuerdo contigo cuando dices que la ciudad perfecta no existe... pero lo cierto es que entre todos la podemos construir...y tú con tus escritos ya has comenzado. Gracias.
    Quilo

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  4. uff...y tú me has emocionado...Muchas gracias papá. Un beso enorme

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