Si yo fuera perro no tendría que llevar paraguas cuando llueve, bastaría con sacudir mi cuerpo al resguardarme y no estaría incómoda ni me sentiría sucia.
No tendría que trabajar, ni me importaría el dinero porque no lo necesitaría, y la felicidad sería esperar y recibir alegremente a mi amo sin sentir que ser sumiso me oprime.
No tendría que pagar facturas ni aspiraría a nada, y si me enfadara ladraría un poco y con eso bastaría. Tendría un hueso preferido y me llevarían al veterinario si me pusiera enfermo, y podría estar jugando todo el tiempo y si me cansara, dormiría cinco horas seguidas o hasta tener hambre.
Tendría un amo que me hablaría en lenguaje humano y yo no tendría que contestar aunque no entendiera nada.
Pero también me pondrían esos jerseys caninos espantosos que se han puesto tan de moda entre algunos perros urbanos, y que me ofenden y afligen haciéndome confraternizar con esa especie simpática e irracional. No quiero ser perro.
---
Imagen: Keith Haring.
guaauuuu...
ResponderEliminarjeje...nunca mejor dicho!
ResponderEliminarsi fueras perro, verías al ser humano como un ser ridículo
ResponderEliminarsi fueras perro, verías al humano como inhumano
si tuvieras perro no necesitarías de un gps para hacer largos paseos por ruta desconocida
si tuvieras perro, quien dijo soledad y silencio?
si te gustaran los perros, y tuvieras uno, quien sabe, a lo mejor, quisieras ser perro.
Un beso guapa¡¡¡
jajajajaja cuanta razón...y nunca diría vida perra...sé qui ets! jajaja muacks!
ResponderEliminar