miércoles, 29 de julio de 2009

Bon voyage

Porque la alegría me tiene la risa en el alma, y no me sale la tristeza.

Porque hoy me siento feliz hasta el final.

Porque te vas,

y nos tuvimos sin objetivos, sólo con ese ahora que ya no es.

Porque a veces la vida parece perfecta.

Porque tal vez de habernos encontrado antes, alguno de los dos habría perdido la cordura, y yo siempre estuve loca.

Porque me inspira para escribir sobre la intensidad de lo efímero, o de lo real.

Porque, de nuevo, transpiro sensaciones que siguen llenando de sentido mi vida,

Bon voyage.

lunes, 20 de julio de 2009

Todavía es martes

Abrió el correo. Un mensaje. Como suele ocurrir, no era el que esperaba. El amigo que llevaba media vida intentando conquistarla le comunicaba que se separaba. Después de tantos años de matrimonio con hijos y sin amor, y de algunos menos de mensajes, llamadas, reclamos a los que ella ya no daba respuesta alguna, hoy otra vez retomaba el contacto para darle la noticia. Esta vez ella le respondió. Intentó ser fría, sólo persona. Hubiera deseado verlo, darle un abrazo, pero estaba convencida de que él todavía entendería otra cosa. Qué extraña es la vida, pensaba. Constantemente estamos buscando una ilusión, y cuando aparece ¿cuánto tardamos en buscar otra? Esa mañana había presenciado una situación que aunque cotidiana, resultó algo chocante por el poco pudor en que fue mostrada. Casi una hora estuvo sin poder concentrarse en su trabajo condenada a escuchar más de cincuenta minutos de conversación telefónica. Su compañera, en un tono de voz poco discreto y a últimas horas de la jornada en las que más que el sueño impera el aburrimiento, compartió con toda la oficina parte de su intimidad y, en definitiva, sus ansiadas ganas de quedar con la persona del otro lado del teléfono. Un hombre, claro. Deshinhibida, creyéndose que el coqueteo le iba a ser inofensivo en su intocable vida conyugal, no pudo evitar que se le escapara el deseo, quedando al descubierto entre sus palabras y su risa. Tras colgar, cuando volvió a coger el teléfono esta vez para hablar con su marido, bastó un segundo para percibir que sólo el tono ya era otro. Cuando todos oyen su “no he podido salir antes” no saben si sentir vergüenza o alegrarse al ver que a ella, la conversación anterior le ha transformado la cara, una cara que ahora reprime una sonrisa. Mientras tanto, ella, la que sólo observa una realidad que juega a analizar, resignada a no poder trabajar, sólo quiere que el tiempo pase, que la semana más larga de su vida termine al fin, porque el lunes, volverá a ver a ese hombre que la tiene tan distraída. Otro compañero de trabajo, un hombre joven, responsable y para ella sobre todo extremadamente interesante, que, desde hace días, parece que también la está deseando a ella. Ese atractivo muchacho que ahora andará de la mano de su novia, disfrutando de unas bonitas vacaciones en el Sur de Francia, tal vez las últimas que tengan antes de irse a vivir juntos.

Pero todavía es martes. Cierra el correo y las ilusiones, hasta mañana.

martes, 14 de julio de 2009

Además del tiempo

Imaginad el principio de una historia que no fue. Este es el final y lo escribí antes de que llegara. A veces pierdo el tiempo poniendo sobre un papel el futuro que intuyo. Y esta vez se cumplió.

¿Qué pasó después? Además del tiempo, pasó que ninguno de los dos se enamoró, que se acabó como empezó, sin darnos cuenta. Y yo no me quedé partida en dos, no se me rompió en mil pedazos el corazón, no sangró como pensé que lo haría, no perdí la sonrisa, ni la alegría, no le eché de menos hasta dolerme la piel y el alma, ni noté en cada recuerdo su ausencia. Sólo terminó. Y solo lo escribo para no olvidar que las cosas nunca son como uno imagina, no son como siente que van a ser, no son, van siendo y en cada segundo pueden cambiar. No está en nuestras manos, sólo el azar las mueve, las pone donde quiere, donde quiere el viento y el tiempo, que va pasando, va pasando, y va trayendo cosas nuevas que nos vuelven a hacer sentir. Supongo que esa es la gracia de la vida.

miércoles, 8 de julio de 2009

Vacío

Tuve esa sensación de vacío que es difícil, difícil de tener quiero decir. Se fue, se alejó y no lo miré ni un instante más después de decirle “adiós, cuídate”, y aunque no tenía claro si me apetecía volver a verle, me intrigó ese extraño o mínimo vínculo emocional que no teníamos ni tuvimos, que no surgió. y que aún sabiendo que no había habido toda la química esperada para un encuentro de ese tipo, tal vez fue eso mismo lo que me empezó a estimular de algun modo a partir de ese momento. Como si quisiera que hubiera lo que no había habido sólo por que no se había dado y no porque yo tuviera algun especial interés. Absurdo, lo sé. Y me extrañó con el paso de los días verme pensando en él, quizás con la curiosidad de quitarme el vacío, tal vez conseguir comprender alguna cosa. Me hice muchas preguntas, ¿no le he gustado? ¿le aburro? ¿fue el sexo? Tenía claro que faltaba un porcentaje elevado de química, pero me empeciné en la historia que no era, ni en realidad iba a ser. En esa manía absurda de querer sacar conclusiones me vi dándole vueltas a un asunto que no me interesaba ni siquiera tanto. ¿Cómo tardé tanto tiempo en darme cuenta que el raro era él? Quizá lo que algunos llaman mochila que todos llevamos o arrastramos con las experiencias vividas y que determinan nuestro comportameinto y nos muestran diferente a como somos. ¿Quizás era eso lo que le hacía mostrarse tan extraño? Quizás sólo la incompatibilidad de caracteres, no lo sé, pero insistí hasta llegar ahí, hasta tocar el vacío. Ojalá no lo hubiera hecho.

martes, 7 de julio de 2009

Sigue durmiendo

Buenas…ayer no sé qué se me pasó por la cabeza que decidí crear un blog…la página que salió después de entrar en google “crear un blog” decía que sólo tardaría un minuto y me piqué. Ya está aquí, ahora vamos a ver cómo lo relleno…y si voy a poder hacerlo salvando la dignidad. De momento ahí va un cuento corto.


Sigue durmiendo


Voy a contarte algo pero por favor no lo cuentes. Me da vergüenza pero en realidad necesito contárselo a alguien. Creo que tengo una doble vida. Sí, digo creo por que es muy extraño al estar fuera de mi control. Hace cosa de dos semanas me acosté muy cansado y tuve un sueño raro aunque muy real. En el sueño iba por un parque y cansado de caminar en realidad sin rumbo, sólo por desconectar y tomar un poco de aire después de la jornada laboral y antes de regresar a casa a retomar las obligaciones familiares, me senté en un banco y me quedé sin hacer nada un rato contemplando a unos niños que jugaban a tirarse agua en una fuente antigua. Se acercó una mujer de mediana edad y después de decirme hola y nada más, se sentó a mi lado y nos hicimos compañía aunque sin cruzar palabra cerca de una hora. Como si nos hubiéramos puesto de acuerdo, nos levantamos a la vez y nos fuimos cada uno a su destino. Bien, fue raro el sueño, como digo, pero no le di mayor importancia. A la noche siguiente me acosté y dormí muy plácidamente pero no soñé nada, o no lo recuerdo. Un par de días después he vuelto a tener un sueño parecido. Pero esta segunda vez ya estuvimos hablando la mujer y yo, y largo rato y sinceramente parece una chica muy agradable, extraña pero cercana al mismo tiempo. En el sueño me siento mal, no sé porqué, pero cuando regreso a casa, y veo a mi mujer, y los pequeños, siento como si estuviera traicionando esa vida de estabilidad y bienestar. Así he llevado varias semanas y estoy pensando en separarme. Ya sabes que soy soltero pero es que en el sueño tengo una hermosa esposa y dos niños de corta edad. Los dos se llaman Carlos, es raro, pero como es un sueño, eso pasa. En fin, no sé si me he vuelto completamente loco pero sólo deseo acostarme para empezar a soñar y poder estar juntos, la chica del parque y yo. Es una mujer maravillosa que aunque a veces discutimos, me entiende, como si me conociera desde siempre. Como si estuviera dentro de mí y supiera lo que pienso en cada momento. Estoy pensando en acudir a un psiquiatra pero tengo miedo que me cure y me pierda esta maravilla de felicidad que me dan mis sueños con Sofía. No se si prefiero vivir esta invención del subconsciente o estar cuerdo.

El tema es que durante el día no hago nada más que pensar en la noche, llegar a casa y acostarme pronto para poder dormir, y soñar. Como estoy algo preocupado el otro día, quiero decir, la otra noche, lo estuvimos hablando. Le conté a Sofía que éramos un sueño pero no me cree. Primero se echó a reír y después me preguntó más seria si me había vuelto loco. Sí, pensé yo, pero durante el día, por eso te sueño, pero no se lo podía decir. Estoy hecho un lío. Ayer me dijo que conoce un amigo que es psicólogo que me quiere visitar. Pero no sabe que si me curo viviré siempre durmiendo! El caso es que fui y creo que estoy mejor; he empezado a tramitar el divorcio con Rocío, y aunque me da pena con los niños, estoy seguro de que llegaremos a un buen acuerdo. Bueno, te dejo porque tengo cosas que hacer.

- Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing!!!

- ¿Sofía? Oh, no!